¿La vida es como una caja de bombones?¿Nunca sabes lo que va a tocarte?
¡¡¡Chorradas!!! Es como una bolsa de gominolas, y eso como mucho. Tú, cuando te compras la bolsa, ya sabes que es lo que lleva. Muchas cosas de distintos colores. La diferencia aquí reside que en cualquier momento los fabricantes te la meten y te cuelan cualquier cosa. ¿Y qué haces? Pues coges lo que sea que te ha tocado, y lo tiras al suelo, y si puedes, lo pisoteas bien, ¡meterme a mí eso aquí! Habrase visto! Te indignas un rato, y luego a seguir con lo tuyo.
Peeeero, hay veces que estás tan contento, charrando, riendo, jugando..., y te la meten doblada (again), tú tan tranquilo, y de repente, ¿Qué es ese sabor? Puajjj, escupes rápidamente, pero ya es tarde, ese regustillo asqueroso de vete tu a saber lo que era, ya se te ha quedado, y vas a tener que hacer lo imposible por quitártelo. Y cuesta lo que no está escrito. Intentas comer otra gominola, pero el regusto asqueroso sigue ahí. Entonces cambias de golosina, pero nada, la cosa mejora pero no se arregla, estás demasiado pendiente de ello. Y al final, sin darte cuenta, sólo cuando pasas olímpicamente del tema, se te olvida ese sabor y vuelves a la normalidad. Pues eso, que el olvido lo puede todo...esa maravillosa capacidad que, como me dijeron el otro día, es lo que diferencia nuestro cerebro de un ordenador.
Pd: Vamos, que estoy cabreada, coñe!
